lunes, 26 de diciembre de 2011

EL DISCURSO DEL REY

Una árdua preparación,un entrenador personal para la superación, una mujer con tesón y un destino que cumplir.La expectación estaba servida en  el remoto país imaginario de los mapas de la Tierra Media...y el cuñado tarmposo, el yerno en entredicho, el problema de un divorcio con abdicación...Todo suena a "Dejá vu", como en la historia oculta de los hijos de la isla. Esa peli tan inglesa.

Fuí a ver a la reina una tarde retrechera de estrenos y codazos por ocupar un asiento en un soporífero concierto; y nos saludó con cortesía, nos preguntó por la familia, vimos lo alta, vegetariana y alemana que es.Fui a ver al rey, audiencia sublime en un pueblo de nombre guerrero y cruel; guardias con armas bajo las capas, apuntando a los vencidos del pueblo sin que los niños nos perdiesemos ripio del asunto. Mi familia monárquica, de largo recorrido antifranquista, se estremeció.

Y el rey, sin tartamudear, habló. La justicia, igualita para todos. Y no me quejo por lo del yernisimo, no, que será lo que tenga que ser, no vayamos ajuzgar antes que los jueces.Me duele la falsa tartamudez de un rey que sembró, sin a penas darnos cuenta, la duda metódica de nuestra lealtad familiar.  Una película más.